martes, 2 de marzo de 2010

28-F Día de la semilla de Blas Infante

La Primavera de la Libertad, por la que luchó hasta la muerte Blas Infante, se encarnó con las luces de la Aurora... Aquél lejano día del 28-F de 1980 una aplastante mayoría del 95% de los votos...

Al-Hakam Rodríguez

La Primavera de la Libertad, por la que luchó hasta la muerte Blas Infante, se encarnó con las luces de la Aurora... Aquél lejano día del 28-F de 1980 una aplastante mayoría del 95% de los votos venció todos los impedimentos que el Estado nos impuso a los andaluces ( teníamos que votar SI la mayoría del CENSO, única Comunidad a la que se le exigió.) Todas las “provincias” sobrepasaron ese listón a excepción de Almería, dónde la gran mayoría voto SI, pero sin llegar al 50%. Tengamos en cuenta que toda la maquinaria del Estado, y del partido que gobernaba, UCD, pidieron la abstención, con amenazas de todo tipo.

Antes fue necesario, para impedir la división de nuestra Nación en "oriental" y "occidental" o que nos considerasen "región" más dos millones de andaluces salimos a las calles el 4-D de 1.977. Un mar de banderas verdi-blancas se extendió por los bulevares, las plazas y las alamedas de la Libertad...

Sin embargo, ese nacionalismo españolista, servil al estado extranjero vaticano, se dispuso a colocarse las pieles de cordero sobre su lobuno pelaje. Aparecieron por la colonia-sur los disfraces ahora apolillados del "cura-obrero", el comunista español con la marca "A" de andaluz, al igual que el resto de los partidos centralistas, tantos de ellos ansiosos por hacer carrera para alcanzar su particular nirvana en el km 0 del imperio. Un "cristianismo de base" iba por los polígonos y las barriadas obreras disponiéndose a consolar a las masas de parados, empobrecidas, y a los sub-empleados, estructuralmente implantados aún hoy. Con la política y el "valle de lágrimas" por estandartes se encargarían, subvencionados o arropados por su parroquia, de desmovilizar a la sociedad. Los más preocupados fueron poderosos fabricantes de Madrid y Catalunya, temían que esa efervescencia nacional derivase en que los incipientes comercio e industria locales, desbancasen a los foráneos. Se enviaron encuestadores al efecto, para descubrir que el "sentimiento andaluz" no pasaba por el estómago ni mucho menos por la cabeza. Los productos de fuera, desde la leche asturiana hasta el textil catalán y un sin fin de productos manufacturados de allende Despeñaperros destruyeron una mínima economía racionalizada autóctona y a los productores locales. A los políticos de la naciente preautonómica Junta de Andalucía ni les dolió ni les duele: siempre se sintieron y se han sentido españoles, como dios y su "silla de pedro" mandan. Sin peligrar sus sueldo-fijos y brindando al sol con los anestesiadores profesionales de la clericalla, los medios de comunicación masivos, el "furbo", ese banco, el BBVA que subvenciona es sus periódicos locales -para mayor esplendor del "vasquismo" juramentado-, ese estatalismo de pandereta y demás; todos en comandita se encargarían de mantener a los andaluces en la inopia. Siempre vendidos por los mismos...

Los mismos cafres que festejan conquistas sangrientas de su mismo Pueblo, al que dicen representar; los mismos fariseos que juran lealtad a su Estado y disponen de los magros recursos de la ciudadanía para otro extranjero vaticano, violando toda constitución; los mismos desaprensivos a los que le daba la risa floja en el Parlamento, con tasas de paro y pobreza extrema propias del tercer mundo, los de de sueldos blindados y opíparas dietas; los mismos felones que, a su antojo y de espaldas a la inmensa mayor parte de su electorado, que se abstuvo, han modificado el Estatuto de Andalucía para calzarle la yunta del nacionalismo español; los mismos ventajistas que imponen cuotas electorales insalvables para impedir la representación de la minorías; los mismos de siempre desde hace quinientos largos años de oprobio, oscurantismo y miseria... La cruel y bárbara chirigota de "los mismos", sin haberse quitado los disfraces del carnaval de medio milenio de Horror, se disponen a celebrar la Traición a las esperanzas de dignidad, justicia y sueño de libertad de todo un Pueblo, con la pompa fúnebre bufa de los que proceden al entierro de la sardina.

Todo ese cinismo el asco que nos provoca resulta muy difícil expresarlo con palabras. Por eso consideramos cada vez más andaluces de conciencia, que ya ha llegado el momento de expresarles nuestro desprecio absoluto con los hechos. Da igual que lo presenten como iniciativa nuestra gratuita, con algún montaje mediático parafascista para intimidarnos, en los que son tan expertos. Vamos a indicar al fin nuestro profundo hartazgo frente a los que nos han conducido a esta espantosa ruina, que ha dinamitado las familias, envejecido con terribles migraciones las comarcas, machacado a agricultores, ganaderos, industria o comercio. Va por vosotros especuladores sin escrúpulos, inflados funcionarios amorales, banqueros carroñeros, politicastros rojipijos del pesebre nacional-católico y sus mamporreros del sindicalismo vertical españolista.

Todas las complicidades con múltiples genocidios se despojan de las caretas junto al colono biempagado. No necesitaremos acordarnos de seculares inquisiciones, bastará con recordar al mártir andalusi sin tumba Blas Infante. No sólo no han hecho el menor esfuerzo por darle una sepultura digna al padre de la identidad moderna de Andalucía y de todos los andaluces, ilegalmente enterrado en una cuneta de la carretera de Carmona; además han silenciado o tergiversado su pensamiento inmortal con sus rastreras vocaciones de falangistas chusqueros, arropados por esa esperpéntica tropa del comunismo o el socialismo españolazos, arteras víboras contra el Pueblo de sus padres o en el que viven. Sin relegar al olvido la bestialidad racista de cuatrocientos años de condena al exilio a compatriotas que llevan nuestros mismos apellidos, en el norte de Africa y otras partes del mundo, bárbara deportación morisca o andaluza que les deja totalmente indiferentes, a pesar de que otorgaron a los sefardíes en su quinto centenario la nacionalidad a modo de justa reparación. ¡Qué prohombres de la "patria"!: se arrodillan ante Israel y el Vaticano, estados extranjeros, y consideran poco menos que un felpudo nuestra gloriosa Historia andaluza, asombro del mundo, inconcebible sin las aportaciones del genio sin par de Al-Andalus.

28-F, Día de Traición a todo el Pueblo Andaluz. No participemos en los actos impresentables que celebren para justificar su infinita mezquindad. El primer andaluz del siglo XX tuvo un sueño de independencia un día, que sólo pudo ser acallado a balazos, los mismos que abatieron en el anhelo de una Andalucía Libre a un malagueño de diecinueve años, José Manuel, por intentar izar una bandera en un céntrico edificio de su ciudad, un cuatro de diciembre. La misma sangre libertaria andaluza que se derramara en 1936 por las hordas clerical-fascistas. Sólo por ti, compañero Blas, memoria de Al-Andalusia libre y viva debe nacer en este infausto día de hipocresía, EL DIA DE LA SEMILLA INFANTE, alejándonos de la corrupta putrefacción de los mamporreros de Madrid, buscando los limpios aires del campo, con la familia y amigos, sembraremos semillas por los campos yermos de Andalucía, cercanos a casa, y a aquellos a los que la tristeza y el dolor nos abrase por dentro, nos punzaremos un dedo y derramaremos una gota de sangre sobre la simiente, diciendo: "Que la sangre persiga a todos los asesinos y sus actuales cómplices y se vuelva contra ellos...", al tiempo que regándola con agua limpia y fresca terminaremos la frase:"...y que los que niegan el agua de la Justicia a los Pueblos padezcan sed por toda la eternidad".

Y ahora, si algún nacionalista español de esos que pisotean nuestros derechos y dignidad hubiera leído este exhorto, no somos de la misma catadura que vosotros, podéis seguir refrescándoos con nuestra agua robada, saboreadla, no siempre continuarán vuestros expolios. Seguro que os sentará bien, la vuestra nos la vendéis en vuestros centros comerciales, esta creéis que es la de un Pueblo moribundo... Mas Andalusia aún no ha perecido, no habéis podido aniquilar a todos los andaluces de conciencia, cobardes, renacerán Blas Infante y todos nuestros incontables mártires, como Muhammed (Fernando) Aben Humeya de Válor, victoriosos en millones de corazones, triunfantes en una Al-Andalusia Libre y Soberana.

Existir es resistir: "Andaluces, no os rindáis, combatid", ¡Blas Infante vive, la lucha sigue!.

Y mirad al fin a las verdes campiñas y las níveas sierras abrazar el Renacimiento de la Primavera de nuestra Libertad: Aurora Roja amada de nuestra Independencia, ¿es ya tiempo?.

Andalucía 25 de febrero de 2010
Al-Hakam Rodríguez
FORO ABEN HUMEYA

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