Otra vez: políticos contra el pueblo

Otra vez: políticos contra el pueblo

Parece que el domingo por la noche no hubo muchas celebraciones, ¿no? A pesar de que el “cabecilla” del “trío los españoletes”, decretara de inmediato el éxito de la contienda… tururu… esta vez, ni él mismo se creyó a sí mismo. Su gesto le delataba, la zanja de su frente parecía un hachazo que le hubiese dado un leñador, un obrero, y la sonrisa forzada no era ni mucho menos de fiesta. ¡Que aprendiz de cínico más malo! ¡Igualito que su maestro El Perro! El cabecilla, es hipócrita como ninguno, insolente y oportunista, pero no aprendió nunca la asignatura del cinismo, porque para ser cínico, hay que tener dos dedos de inteligencia y este, por mucho que se esfuerce no llega a tanto. Los demás tampoco bailaron por sevillanas, ni por fandangos esa noche. ¡¿Qué ridículo más espantoso, no?! Se montaron ellos tres su carrerita, se colocaron el mismo uniforme, para así correr como único equipo y asegurarse la victoria y… van y pierden la carrera, corrieron solos y perdieron… ¡Sólo les faltó el capirote, vaya! Aunque mirándolo bien, no corrieron tan solos, lo que pasa es que sólo ellos son los que salen en la tele, los que hablan en las radios y los que posan en los periódicos (cada uno en la suya, claro, que para eso pagan y por eso cobran), y dan la impresión de ser los únicos que existen. Se creen los dioses del Olimpo y se ven ellos tan en las nubes, tan por encima de todo, que no llegaron a darse cuenta de que en esta contienda se enfrentaban a un rival muy poderoso, invisible para ellos en la mayoría de los días del año, terrenales y, opacos, sólo cuando les interesa su carne para el beneficio del poder. Se enfrentaban a eso que llama José Saramago y que canta Ismael Serrano opinión pública o pequeña gran superpotencia, se enfrentaban nuevamente a sus lacayos, a los que escogen lo que ellos eligen, se enfrentaban a un ente que no participa en su democracia, o participa sólo cuando ellos quieren y por eso lo subestimaron y por eso fracasaron, aunque al final hagan lo que les da la gana porque para eso es su democracia, se enfrentaban contra un monstruo invencible para ellos, yo lo llamo: Pueblo.

20.Febrero.07 x J.P.J. (SCOTTA)