sábado, 9 de enero de 2010

Las muertes en el Estrecho: una tragedia que no cesa

El 2009 se ha vuelto a cerrar con un trágico balance de víctimas mortales en aguas del Estrecho. Víctimas del hambre, de la pobreza, de los muros, de las leyes migratorias, en fin, del capitalismo...

Kaos. Andalucia

El año 2009 se ha vuelto a cerrar con un trágico balance de víctimas mortales en las aguas del Estrecho de Gibraltar. Las cifras oficiales hablan de 26 muertos durante el año recien terminado. A ello hemos de sumar los fallecidos en idénticas circunstancias en otros puntos de las aguas territoriales andaluzas. En total, unos 30 inmigrantes habrían perdido la vida durante el pasado año en aguas de Andalucía. A su vez, el Estado Español, en sintonía con los designios marcados desde Bruselas, sigue empeñado en endurecer las condiciones legales de los trabajadores no comunitarios que llegan hasta nuestras tierras en busca de un futuro mejor, un futuro que les es negado por sistema en sus países de origen. La criminalización del inmigrante es ya un hecho consumado en la legislación española. Poco parece importar que estos seres humanos se estén jugando literalmente la vida para llegar, en busca de una oportunidad, hasta aquello que alguien les ha vendido como poco menos que el paraiso terrenal. Pero el paraiso, que cada día que pasa se aproxima más a un infierno para esta pobre gente, tiene un precio demasiado alto: el riesgo de la propia vida, la vida misma cuando la suerte no acompaña.

Poco parece importar eso: ni importa a las autoridades, ni, lo que es aun más vergonzoso, parece importar a una inmensa mayoría de la población, que prefiere seguir mirando para otro lado con cada nueva trágica noticia del fallecimiento de un migrante en el mar, a una par que exige medidas más drásticas contras los migrantes que ya conseguieron llegar, sanos y salvos, o como quiera que llegasen, hasta el interior de nuestras fronteras. Eso sí, cuando un militar español muere en acto de servicio en un guerra a miles de kilometros de aquí, o cuando algún ciudadano español es secuestrado en tierras africanas, el escándalo que se arma, la repercusión mediáticia que tales hechos tienen, lo inundan todo: de hipocresía. En cambio, a los migrantes fallecidos si quiera se les pone un nombre. Como si no fuesen si quiera humanos. Vivir para ver.

Juicios morales aparte, la realidad es que la migración no se detendrá, y, en consecuencia, cada cierto tiempo volveremos a saber de la muerte de algunos de estos seres humanos que se juegan la vida en busca de un futuro mejor, víctimas de las garras del mar, pero ante todo, y sobre todo, víctimas de la miseria, del hambre y de la pobreza que el capitalismo ha impuesto como única alternativa en sus países de origen. Más aún, víctimas de las represivas leyes migratorias de los Estados europeos, de los muros, las vallas y todo aquello cuanto se ha construido, material o jurídicamente, para evitar que aquellos a los que el capitalismo expolia en sus propios países, puedan llegar hasta los países más privilegiados del sistema para reclamar una parte de lo que por derecho les pertenece. La tragedia en el Estrecho es una realidad que no cesa.

Solo durante el año 2009, según datos de Salvamento Marítimo, unas 3.056 personas intentaron llegar a las costas andaluzas como puerta de entrada a Europa, poco más que en 2008. Esos son, obviamente, los datos que se dan de manera oficial, que ni de lejos deben ser datos reales de la continua oleada de migrantes que tratan de alcanzar la "tierra prometida". Ni la crisis ni el aumento del desempleo, ni nada que remotamente se le parezca, puede paralizar el fenómeno migratorio: ellos viven en crisis perpetua, decretada desde siglos atrás por las afiladas fauces del capital y sus secuaces. En los pocos días que llevamos de 2010, ya se han contabilizado 73 nuevos migrantes que han sido interceptamos por las autoridades españoles tratando de llegar hasta las costas de Andalucía. Afortunadamente, de momento, no se han debido contabilizar víctimas mortales conocidas. Pero será cuestión de tiempo esperar a que lleguen las primeras, mientras el público en general sigue tranquilamente viendo su telediario sin sentir el más mínimo remordimiento por ello, sin pesar si quiera si tales tragedias tienen algún tipo de relación con ellos, si de alguna manera se podría hacer algo para evitarlas, quitando muros y vallas, levantando barreras, flexibilizando leyes, levantándose contra la explotación de los países empobrecidos por las multinacionales y gobiernos occidentales, o, simplemente, protestando para que se dé nombre y apellidos a esas pobres víctimas del capitalismo, y que así la carga emocional de la tragedia acabe por humanizarse lo suficiente como para quebrantar nuestras consciencias. Sería un paso muy importante para poner fin de una vez y para siempre a esta sangría anual, tal vez el más importante de todos.

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Las aguas del Estrecho se cobran la vida de 26 inmigrantes en 2009

La llegada del primer cayuco del año a las costas andaluzas con 43 inmigrantes de origen subsahariano obliga a hacer balance del año cerrado hace apenas tres días. Según datos facilitados por las delegaciones del Gobierno y Salvamento Marítimo, fueron 26 las personas fallecidas durante 2009 en el Estrecho de Gibraltar en su intento de llegar a Europa en busca de un futuro mejor.

Cádiz, y el Campo de Gibraltar por ser puerto de llegada de muchos de estos viajes irregulares, fue la provincia que mayor número de siniestros registró. En toda Andalucía fueron 30 los fallecidos durante la travesía entre África y España.

El tráfico de personas entre ambos continentes continuó siendo constante durante el pasado año. Según las fuentes consultadas, 2009 cerró con un balance que arrojó un total de 3.056 inmigrantes a bordo de pateras y cayucos que llegaron a Andalucía, una cifra similar a 2008, cuando ascendieron a 3.017.

Los sucesos más traumáticos vinieron tras las noticias de sendos vuelcos de embarcaciones ocurridos en junio y septiembre. El primero de ellos ocurrió el 29 de junio, cuanto una patera que había partido de Marruecos con una cifra indeterminada entre 30 y 40 personas encalló en aguas de Barbate; nueve fueron entonces los cadáveres recuperados y quince supervivientes fue el balance final tras varios días de búsqueda por parte de los dispositivos de Salvamento Marítimo.

Por otro lado, el 19 de septiembre volvió a volcar otro cayuco, esta vez en la zona de Perejil, en la que viajaban unos 60 inmigrantes. Ocho fueron los cadáveres recuperados y once los únicos supervivientes del trágico suceso, que ocurrió en aguas territoriales de Marruecos. La crónica del suceso publicada por este diario en aquellas fechas contó que de los ocho cuerpos recuperados, siete eran de mujeres, todos de origen subsahariano, al igual que el resto de sus compañeros de viaje. Según fuentes de la ONG Caminando Fronteras, que trabaja en Tánger con grupos clandestinos que viven en Marruecos, la mayoría de los inmigrantes eran de senegaleses y nigerianos, y entre ellos habría, al menos, tres bebés y varias embarazadas, de hecho, dos de las fallecidas lo estaban, por lo que la tragedia fue aún mayor.

Los restantes fallecimientos que se produjeron en aguas de la provincia gaditana tuvieron lugar durante los meses de enero, junio y julio. En este último, los cadáveres de nueve inmigrantes fueron recuperados en la zona de Cabo de Trafalgar, en Barbate (Cádiz).

Por su parte, los otros dos fallecimientos de la treintena que ocurrió en toda Andalucía se produjeron al naufragar sendas pateras en enero en la Isla de Alborán (Almería) y en febrero en Motril (Granada).

Este año se ha detectado un incremento de la llegada de inmigrantes irregulares de manera más escalonada haciendo uso de barcas hinchables en nuevas rutas usadas para el narcotráfico, si bien desde la Subdelegación del Gobierno en Cádiz insistieron en que no se trata de una nueva moda y que el Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) lleva años detectando este tipo de embarcaciones que normalmente usan jóvenes extranjeros. La efectividad del sistema ha hecho a las mafias buscar nuevas rutas más caras que propician la compra de barcas baratas para llegar a Europa.

http://www.europasur.es/article/comarca/598707/las/aguas/estrecho/se/cobran/la/vida/inmigrantes.html
Llegan las primeras pateras del año a Granada, Almería y Murcia

Tres pateras con un total de 73 inmigrantes a bordo fueron interceptadas a lo largo de este domingo cuando navegaban en aguas de Granada, Almería y Murcia. Se trata de la primera oleada de este tipo de embarcaciones que trata de llegar a las costas españolas desde que comenzó el año.

La primera patera, con 43 inmigrantes a bordo, fue interceptada sobre las 13.00 horas a unas 15 millas al sureste de Motril, en Granada. Al lugar se trasladó la Guardia Civil y la Guardemar 'Caliopez' de Salvamento Marítimo.

Agentes de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo rescataron a los inmigrantes y los trasladaron hasta el puerto de Motril, donde llegaron sobre las 16.00 horas. Una vez en tierra, fueron asistidos por miembros de Cruz Roja, que les proporcionaron ropa seca y comida, y posteriormente trasladados al centro de acogida del que dispone el Puerto de Motril.

Horas después, otros 18 magrebíes adultos fueron trasladados esta tarde al puerto de Almería por Salvamento Marítimo tras ser interceptada la patera en la que viajaban a 27 millas del sureste de Cabo de Gata.

Fuentes de Salvamento Marítimo informaron a Europa Press de que la patera fue detectada a las 13.00 horas de hoy y rescatada a las 17.30 horas gracias a la embarcación Salvamar 'Denébola', perteneciente a Salvamento Marítimo de Almería, así como por la patrullera Río Jiloca del Cuerpo de la Guardia Civil. Todos los inmigrantes presentaban un aparente buen estado de salud.

Asimismo, una tercera embarcación con 12 inmigrantes de nacionalidad argelina a bordo --diez varones adultos, una mujer y un menor-- fue interceptada en aguas de Murcia.

El Servicio de Vigilancia Aduanera avistó a mediodía una embarcación rápida de unos 4,5 metros de eslora y 15 cv a unas 30 millas de Cabo de Palos (44,5 kilómetros), que fue rescatada a primeras horas de esta tarde por una patrullera de Salvamento Marítimo, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en comunicado de prensa.

De acuerdo con el protocolo establecido por la Delegación del Gobierno, tras su rescate han sido trasladados al puerto de Cartagena, donde han recibido la ayuda humanitaria dispensada por Cruz Roja y posteriormente han pasado a disposición del Cuerpo Nacional de Policía para su identificación e inicio de los trámites de devolución a su país de origen.

Según las mismas fuentes, el menor ha sido puesto a disposición del Servicio del Menor de la Comunidad Autónoma.
http://www.europapress.es/epsocial/noticia-llegan-primeras-pateras-ano-granada-almeria-murcia-20100104085935.html

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